By Special to Mesquite Today

Los testigos de Jehová siguen realizando su ministerio dentro de las prisiones sin enviar ministros.

El COVID-19 cerró el acceso a la mayoría de las prisiones de EE. UU., incluido el Centro Correccional de Lovelock localizado en Lovelock (Nevada), donde Joe Arcero se ofrece como voluntario con un grupo de ministros testigos de Jehová. Sin previo aviso, los reclusos fueron privados de un sólido programa de educación bíblica que incluía discursos semanales basados en la Biblia, discusiones con la audiencia, cursos bíblicos individuales y presentaciones en video.

En cuestión de semanas, los testigos de Jehová cambiaron su ministerio en persona y sus actividades por todo el país a reuniones virtuales y predicación a través de cartas, llamadas telefónicas y videoconferencias.

Estos cambios cosecharon resultados inesperados y sorprendentes, como lo ilustra su ministerio en las prisiones. Los testigos de Jehová continúan extendiendo una cuerda salvavidas espiritual a las instalaciones correccionales de su localidad de todas las formas que pueden.

A principios de febrero de 2020, Arcero estaba en los últimos pasos para convertirse en ministro voluntario de prisión aprobado. Recibir la noticia del confinamiento debido a la pandemia “fue una especie de pánico para mí porque aquí me dieron este privilegio, esta responsabilidad, y ahora tenía que tratar de encontrar una manera de hacerlo de otra manera”, relata Arcero. Para los ministros voluntarios testigos de Jehová, sin embargo, la importancia de su trabajo nunca cambió. En las próximas semanas, Arcero y otros testigos comenzaron a escribir cartas de aliento a los reclusos. “Es muy gratificante cuando le escribo una carta a un recluso y le doy palabras de aliento”, afirma Arcero, “luego recibo una carta de ellos agradeciéndome lo alentador que fue para ellos. E incluso algunas personas me escribieron, diciéndome que habían compartido esa [información] con su familia que está afuera”. Si bien los reclusos valoran la comunicación, Arcero comprende que el

aislamiento les está pasando factura. “He recibido bastantes cartas de [reclusos] que están… desanimados”, señala Arcero, porque si bien cuentan con apoyo espiritual, todavía “carecen de asociación [en persona]”. Más recientemente, Arcero ha podido recibir breves llamadas telefónicas de algunos reclusos. Sabiendo que solo tiene una oportunidad de responder a sus llamadas telefónicas, Arcero les da prioridad a estas oportunidades. “Yo sólo … tomo un breve descanso y atiendo la llamada telefónica”, explica Arcero, “dejaré de hacer lo que esté haciendo”. Aunque breves, esas llamadas telefónicas ofrecen un salvavidas invaluable para los encarcelados. A veces el recluso “sólo llama para ponerse al día” o “tal vez tiene una solicitud [de literatura]”, pero “muchas veces solo quiere llamar y hablar”, relata Arcero. Él siente que es un “privilegio único” tener este tipo de ministerio. “Los presos aquí en Nevada, necesitan escuchar la verdad [de la Biblia], como todos los demás”, concluye.

Joe Arcero le da prioridad a las llamadas telefónicas de los reclusos del Centro Correccional Lovelock durante la pandemia. courtesy of Jehovah’s Witnesses

El gran valor que los testigos de Jehová tienen por la vida es lo que los motiva a producir videos, suministrar literatura y escribir cartas de manera proactiva, lo que sea necesario para llegar a los presos con el mensaje de la Biblia. Todos merecen la oportunidad de aprender las verdades bíblica

Joe Arcero le da prioridad a las llamadas telefónicas de los reclusos del Centro Correccional Lovelock durante la pandemia.

Para obtener más información sobre los testigos de Jehová y sus actividades, visite jw.org.

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